Proteja los bienes materiales que integran la comunidad de propietarios de su finca (viviendas distribuidas en propiedad horizontal o viviendas unifamiliares pareadas o adosadas) de los daños materiales directos sufridos a consecuencia de:
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Incendio, explosión y caída del rayo
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Daños por impacto (objetos, vehículos y ondas sónicas)
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Pérdida de alquileres
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Daños por Humo
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Daños por Agua por fugas procedentes de instalaciones comunitarias.
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Extensión de garantías (inundación, vandalismo, etc.)
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Rotura de Cristales
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Daños eléctricos
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Restauración estética
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Gastos (factura de bomberos, desescombro, desbarre y extracción de lodos, guardamuebles, traslados, etc.)
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Robo o daños por intento de robo de partes fijas del edificio o sus instalaciones de agua, luz, etc., así como de los bienes propiedad de la comunidad situados en vestíbulos y escaleras y los elementos de decoración ubicados en el interior del inmueble.
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Responsabilidad civil y defensa jurídica (derivada de la propiedad del inmueble y de los garajes, parkings, piscinas, zonas ajardinadas y otros servicios de uso común pertenecientes a la comunidad.).
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Accidentes personales del personal de servicio de la comunidad (porteros, personal de limpieza, vigilantes, etc.).